El primero de junio fue un día memorable para los marketplaces como Amazon, Mercado Libre, Linio y Claro Shop. Un día memorable y lamentable. ¿Por qué? Porque se implementó el impuesto digital para quienes vendemos en estas plataformas. Sobre este tema quiero señalar cuatro puntos:
- El impuesto digital genera un campo de juego totalmente dispar. Te lo ejemplifico, si tú ofreces (como vendedor de Mercado Libre) unos audífonos en $100 con el impuesto, de entrada, te van a quitar 5.4% en ISR y el 8% del IVA. Pero si esos mismos audífonos los vende Soriana (o algún gran establecimiento) en su tienda online no van a pagar ese impuesto. Recuerda, hablamos de la misma actividad: e-commerce. Cabe destacar que si el establecimiento vende los mismos audífonos de $100 en sus tiendas físicas tampoco les va a tocar el impuesto digital. En conclusión, nada más nos vemos afectados los comerciantes de marketplaces.
- El nuevo impuesto va a generar un incremento de precios por dos razones. La primera, el vendedor que quiera absorber ese impuesto de su margen no podrá competir. ¿Por qué? Porque nada más va a recibir la venta y comprar a su proveedor la mercancía y la ganancia se va a esfumar. Tristemente, va a influir en el alza de los precios. Aunado a eso, este año ha sido difícil por el aumento del dólar. La segunda, las horas de trabajo de los contadores van a ser mayores por el incremento de trabajo.
- El último punto, pero no el menos importante te lo platico con una historia. Es normal ver en las mensajerías, como DHL, jóvenes que llegan en transporte público, con su mochilita y dos o tres paquetes para entregar. Por lo general se trata de comerciantes informales que no generar grandes utilidades y para ellos las plataformas representan un ingreso adicional. Su economía familiar se verá gravemente afectada. El impuesto digital desincentiva a los vendedores que no están dados de alta en Hacienda.
Es un golpe muy fuerte, es cierto, pero no todo son malas noticias. Va a haber menos vendedores en las plataformas porque algunos, directamente, no generarán utilidades y los que nos quedamos vamos a poder tener más posibilidades de vender. Por lo tanto, habrá menos competencia y quienes permanezcamos podremos tomar ventaja de la limpia.
Otro punto positivo es que el crecimiento y efervescencia que ha tomado el comercio electrónico este año va a superar al 5.4% del impuesto digital y la inflación de precios. Sí va a ser un ajuste interesante, hay que trabajar para buscar que el comercio electrónico en los marketplaces siga creciendo.
Aclaro que es una imposición asimétrica ya que a quienes hacen e-commerce directo, en su tienda online, no se les cobrará el impuesto digital. Lo mismo para los publicistas y empresas que emplean Facebook Ads o Google Ads, por ejemplo. A ellos, al día de hoy, no pagan impuestos, al menos no aquí en México, por la publicidad en esas redes. Finalmente, estamos hablando de un impuesto digital que no los afecta.
Esos son los cuatro puntos que veo de este ajuste. Sin embargo, quiero ratificar que es una decisión a la cual nos tenemos que adaptar, no va haber marcha atrás. Hay que trabajar, tratar de tener la operación del negocio lo más eficiente posible.